Las empresas del futuro se asentarán sobre modelos de trabajo híbridos y darán una gran importancia a trabajar en ecosistemas corporativos multidisciplinares. Son algunas de las conclusiones de un análisis que Impact Hub Madrid ha hecho sobre el impacto de la COVID-19 en base a las experiencias de distintas ciudades, entre ellas Madrid.
Aprovechando su carácter internacional y su condición como organización de comunidades colaborativas de apoyo al emprendimiento, Impact Hub Madrid ha analizado el impacto de la COVID-19 sobre los sistemas de trabajo y la sostenibilidad empresarial a partir de las experiencias de distintos Impact Hub de varias ciudades como Boston, Florianópolis, Taipei, Shanghai, Lisboa, Viena y Madrid.
Las conclusiones a las que ha llegado son que las empresas del futuro se asentarán sobre modelos de trabajo híbridos y que se dará una gran importancia a trabajar en ecosistemas corporativos multidisciplinares. Además, todo apunta a que la sostenibilidad jugará un papel fundamental en la estructura de los negocios.
En general, en todos los casos se han generalizado las ayudas a miembros económicamente frágiles. Esto se ha realizado facilitando el acceso a información sobre ayudas estatales específicas y o a través de recaudaciones para los emprendedores, colectivos y empresas más perjudicadas. “Además, se han creado espacios digitales de intercambio de recursos, apoyo y punto de encuentro entre las comunidades como el caso de Impact Hub Madrid con nuestro programa Impact Care”, recuerda la organización.
El análisis de Impact Hub afirma también que la COVID-19 ha impactado en las economías de todo el mundo. A escala global, Antonio González, CEO de Impact Hub Madrid, señala que “este contexto de emergencia global ha fortalecido la comunicación, vínculo y colaboración ya existente entre todos los Impact Hub: aquellos que iban a la cabeza de la pandemia han servido de ejemplo para anticipar necesidades, identificar las oportunidades y perseguir retos socioeconómicos y medioambientales de cada país”.
A su juicio, el contexto actual es una oportunidad para hacer que la sostenibilidad, la justicia, el propósito y la creación de impacto positivo sean ejes reales. Desde la experiencia de Impact Hub, insisten en que el futuro del planeta pasa por ser capaces de integrar las ambiciones sociales y medioambientales en la empresa, al mismo nivel que ahora lo son las ambiciones económicas.
En definitiva, la COVID-19 está instaurando una ética de empresa que pide un equilibrio entre los beneficios económicos, los sociales y los medioambientales. Todo ello creando comunidades vivas, multidisciplinares, innovadoras e internacionales.