PreZero España y Portugal forma parte del Foro de Empresas por Madrid y aporta un importante valor a la alianza público-privada en materia de economía circular y RSC. Jesús Valbuena, su director de Comunicación y RSC, nos explica en qué y cómo se implica la compañía con la sociedad a la que ofrece sus servicios.
¿Cuál es la línea de colaboraciones y objetivos que mantiene PreZero con terceras organizaciones para el desarrollo de su acción social?
En España existe un gran potencial para incorporar a las entidades sociales al desarrollo de proyectos de colaboración público-privada. Si sumamos el valor añadido que aportan las ONG y fundaciones a las capacidades y los recursos de las administraciones y las empresas, podremos multiplicar los resultados. Por ello, es imprescindible que las empresas, las administraciones y el tercer sector unamos esfuerzos en los temas acuciantes que nos atañen a todos.
Concretamente, ¿qué sería lo más destacable de vuestro programa ‘Súmate’?
Queremos evolucionar desde el concepto de la Responsabilidad Social Corporativa a la que todas las empresas estamos obligadas hacia el compromiso real con las comunidades en las que operamos cada uno de nuestros contratos, con clientes tanto públicos como privados. Uno de los objetivos consiste en involucrar a los 16.000 empleados de PreZero en España y Portugal en iniciativas de voluntariado corporativo, empezando por la opción de hacer una pequeña donación de la nómina, doblada por la empresa, o de votar los proyectos concretos que debemos priorizar. En la primera convocatoria hemos recibido un buen número de proyectos de ONG enfocados, sobre todo, a la concienciación medioambiental y la inserción laboral de colectivos en riesgo de exclusión. Queremos tejer una red de colaboradores unidos por una causa común.
Se acaba de clausurar la segunda edición de la Escuela de Oficios de PreZero que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid ¿Qué balance hacéis de esta experiencia?
La Escuela de Oficios es un gran ejemplo de colaboración público-privada con fines sociales. En los últimos dos años, gracias al apoyo de distintos interlocutores del Ayuntamiento de Madrid ─en el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social, el de Medio Ambiente y Movilidad y el de Economía, Innovación y Empleo, a través de Mercamadrid─ hemos formado y mejorado la empleabilidad de un colectivo de mujeres víctimas de violencia de género y de explotación sexual en labores de limpieza viaria, jardinería y triaje, incorporándolas tras esta formación teórico-práctica en la bolsa de empleo de nuestros contratos. Queremos replicar esta iniciativa en otras ciudades y ampliarla a otros colectivos. Las buenas prácticas merecen ser exportadas.
¿Cuáles considera que son los principales retos sociales a los que se enfrenta PreZero?
Las empresas que trabajamos con cualquier administración tenemos una responsabilidad inherente a nuestra condición de proveedores de servicios públicos. Desde esa premisa, cada empresa debe centrarse, idealmente, en aquello en lo que es fuerte, porque esa aportación emana de su propio core business. En nuestro caso, tenemos una posición de gran empleador en contratos de tratamiento de residuos y servicios urbanos (como la limpieza viaria, la recogida o el mantenimiento de zonas verdes) y, por otro lado, tenemos una vocación hacia la concienciación medioambiental. En el desarrollo de la economía circular ─un fenómeno que no tiene vuelta atrás─ radica nuestra razón de ser y todas y cada una de nuestras actividades.
PreZero pertenece al Foro de Empresas por Madrid. ¿Qué valoras más de esta alianza público-privada?
Formamos parte del Foro de Empresas porque, como una organización con su sede y una gran plantilla en la ciudad de Madrid, valoramos la existencia de una plataforma abierta y una hoja de ruta compartida por todos sus miembros para avanzar en los grandes retos que nos afectan a todos. La senda adecuada para mejorar la calidad de vida en la ciudad es, precisamente, el camino que hacemos juntos, cada día, hacia una meta común. Parafraseando a Ortega, para hacer las cosas bien, todos somos pocos.