Entrevistamos a Pietro Jona, Director Artístico de ‘Reation Madrid’, una propuesta cultural participativa que premia las mejores contribuciones originales en formato vídeo grabadas por ciudadanos y busca una fotografía en movimiento de la ciudad a través de un nuevo lenguaje contemporáneo que usa la ‘social movie’ como método narrativo.
El director de cine y video artista italiano Pietro Jona es pionero en la producción de social movies, esto es, documentales realizados con nuevas tecnologías y de carácter participativo, un formato que experimentó por primera vez en la nochevieja de 1999 con ‘Human’s Y2K’, una pieza sobre el cambio de milenio.
Amante de los detalles, su mirada de cineasta ha recorrido en los últimos años las ciudades de Madrid y Roma en el proyecto ‘Reaction’ buscando puntos de vista originales y desapercibidos. Jona vive a caballo entre las dos capitales, a las que encuentra muy distintas. “Roma es una ciudad bloqueada, inmóvil y Madrid tiene como peculiaridad la energía de la gente”, señala en esta entrevista. Esta edición del proyecto en Madrid ha coincidido con el estado de alarma por la pandemia de la COVID-19, quizás por eso Jona afirma que de las cuatro ediciones de ‘Reaction’ que ha realizado esta es “la más madura, la más artística”. El proyecto se puede ver en el patio central del Centro Conde Duque de Madrid hasta el 8 de noviembre.
‘Reaction Madrid’ es un proyecto impulsado por Human’s Point, y organizado por Madrid Destino con el apoyo del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Madrid y con la colaboración del Foro de Empresas por Madrid.
¿Cuál es el propósito del proyecto ‘Reaction’?
El objetivo de ‘Reaction’ es, sobre todo, mostrar la diversidad, lo distintos que somos unos de otros, utilizar las nuevas tecnologías e Internet para provocar algo fuera de la red. Por esta razón, el producto final es algo que se puede mirar solamente en un espacio físico, en este caso un centro de exposición de arte contemporáneo como es el Conde Duque. También nos proponemos el reto de crear un vídeo-archivo de nuestra época formado con las imágenes que utilizamos a diario para comunicar y que normalmente pasan desapercibidas.
Usted y su equipo ya habían realizado la experiencia antes en Roma ¿cómo ha sido repetirla en Madrid?
La experiencia en Madrid ha sido mucho más larga, por varias razones, alguna muy evidente como el problema de la COVID. También hemos recibido más vídeos. En lo que se refiere a la comunicación del proyecto, lo cierto es hemos tenido más apoyo del Ayuntamiento y del centro de cultura contemporánea Conde Duque respecto al que conseguimos en Roma. Probablemente por eso hemos tenido más participación.
¿Cómo surgió la idea de hacerlo en Madrid?
Al ser un proyecto nuevo y muy experimental, el problema principal era cómo iba a reaccionar la gente. Como yo vivo entre Roma y Madrid quería empezar este proyecto, que nace para investigar las ciudades del mundo, en lugares que conocía bien. Sobre todo, en dos ciudades tan distintas como Roma y Madrid. La capital italiana es una ciudad bloqueada, inmóvil; Madrid tiene como peculiaridad la energía de la gente. Esta energía es la que realmente convierte esta ciudad en un lugar único en Europa.
¿Cómo valora la respuesta de los ciudadanos?
Positiva, pero aún tengo la sensación de que la gente no ha entendido bien que todo el mundo puede participar, que ‘Reaction’ no es para profesionales del audiovisual, que es un proyecto abierto a todo el mundo.
Los momentos en los que se ha realizado no han sido fáciles… ¿Cómo han sorteado las dificultades?
Siempre convierto las dificultades en algo positivo. Hemos tenido más tiempo para pensar. Y, de hecho, hemos capturado un momento histórico de la ciudad. Creo que de las cuatro ediciones de ‘Reaction’ que se han realizado esta es la más madura, la más artística.
¿Cuál es la temática más generalizada en los vídeos recibidos?
¡Los pies! De verdad, hay un montón de imágenes de pies andando. Es decir, mucho material grabado desde arriba mientras se andaba. Esto ya es algo para reflexionar. Realmente no hay una temática. Hay una visión de la ciudad muy callejera. Y lo que me ha sorprendido: muchas veces muy solitaria, íntima.
¿Cuál es el perfil de los participantes?
La mayoría del material está producido por jóvenes de alrededor de los 20 años. Hay estudiantesde la universidad, de escuelas de arte, como la Escuela de Artediez y mucha gente de a pie.
¿Cómo valora trabajar en España?
Me gusta porque te escuchan más que en otros países. Australia tiene algo parecido en este sentido. En España puedes proponer una idea nueva y encontrar gente que se pone contigo a realizarla sin miedo.
¿Qué prioriza a la hora de integrar los vídeos aportados en su obra final?
Hay dos etapas en el proceso de selección del material. Primero busco puntos de vista originales y desapercibidos, que no significa particulares o espectaculares. Busco momentos de la ciudad o de la vida de la ciudad que normalmente no se muestran. Luego analizo con mi equipo todos los vídeos para encontrar las sensaciones y los elementos que resultan macroscópicos. Muy interesante es lo que ha pasado en Roma en las tres ediciones, cada año la imagen que se componía en la instalación era distinta de la precedente.
-¿Cómo se le ocurrió la idea de este proyecto participativo?
Es algo que empezó hace muchos años, antes de la época de los social media. Exactamente, fue a finales de 1999 cuando decidí lanzarme a realizar un proyecto de documental sobre el cambio de milenio utilizando Internet como medio para producir y conectarme al mundo. Quería encontrar puntos de vista distintos y estaba seguro de que la red era la herramienta mejor para este reto. Así que empecé a enviar miles de correos electrónicos a cineastas de todo el mundo para invitarles a grabar en la nochevieja de 1999 en su país. Conseguí en menos de un mes crear un equipo de gente lista para grabar en 15 países, desde Australia pasando por Estados Unidos hasta Islandia. El producto final fue ‘Human’s Y2K’, un documental loquísimo sobre el cambio al año 2000.
En el año 2005 realicé otro proyecto más ambicioso: producir una película de ficción, también a través de internet y rodada en muchos países. El resultado final fue la película ‘Move! (where are you going?)’ que se estrenó en el Notodofilmfest en el 2007.
Ahora he decidido que el formato de videoinstalación es lo que me permite ser más libre. Me gusta que se pueda mirar solamente en un lugar físico, una necesidad fundamental visto que ahora todo se ve en pequeñas pantallas encerrado en tu cuarto.
¿Qué cree que puede aportar ‘Reaction’ a la sociedad?
Creo que ‘Reaction’ tiene tres cosas. En primer lugar, mantiene la atención sobre la diversidad como elemento necesario a la evolución; utiliza Internet para este fin precisamente y no para crear imágenes homologadas como casi siempre pasa en las redes sociales. En segundo lugar, pretende educar en el uso correcto de las tecnologías que muchas veces se consideran alienantes, como Internet y smartphones. Por último, crear un archivo de imágenes contemporáneas.
¿Habrá una próxima edición en Madrid? ¿Y en otro lugar de España?
La idea es de llegar a crear una instalación permanente que se alimente de imágenes continuamente, creando una imagen de la ciudad no clasificable y que se modifica en el tiempo. De momento, estamos centrados en las capitales europeas, pero si se presenta una ocasión de hacerlo en otras ciudades españolas lo valoraremos.
¿Qué es Human’s Point?
Es una empresa audiovisual con sede en España que nació después del documental ‘Human’s Y2K’. Lo que tiene de bonito es que es un punto de referencia para esta red de artistas cosmopolitas que se ha creado a través de mis proyectos participativos en el mundo. En este momento estamos dedicados a ‘Reaction’ y a proyectos de comunicación basados en las nuevas tecnologías.